
31 Oct FINTECH 2.0: LA VERDADERA REVOLUCIÓN.
La cuarta revolución industrial es, esencialmente, una transformación en el pensamiento. Sin lugar a dudas, las innovaciones tecnológicas y las redes sociales cambiaron la forma en la que se hacen negocios, mutaron las relaciones empresa-cliente y democratizaron el acceso a los servicios financieros. Más allá, el nacimiento de las compañías digitales representó un cambio de paradigma mucho más profundo, casi filosófico.
Basta remontarnos al origen de las start-ups que han revolucionado el mercado para notar la influencia de la ideología. Detrás de PayPal, Uber y Stripe encontramos fundadores impulsados por la inclusión financiera, la descentralización y la eliminación de barreras de entrada. La construcción de modelos de negocio basados en esta clase de valores significó su desarrollo, crecimiento y explosión. Esquema que ha sido replicado por otros emprendedores e impulsado por las aceleradoras más reconocidas.
El ecosistema Fintech 1.0 nació impulsado por esta línea de pensamiento. Ello, fue un factor fundamental de disrupción y un imán de clientes para los participantes del génesis de la industria. Tal fue su impacto, que compañías institucionales, corporativos internacionales y entidades financieras renombradas han adoptado la filosofía start-up. Inicialmente, como estrategia de mercado y, después, como valor corporativo. Los nuevos proyectos deben motivarse en ideas trascendentales que impacten en una audiencia ávida de un sentido de pertenencia.
Con la adopción de estos modelos mentales, se identificó la necesidad de actuar más rápido, de abrazar los riesgos y de mantener un estado de constante iteración. Se entendió la importancia de escuchar al mercado y de contar con el talento necesario para cambiarle las llantas al coche sin detenerlo. Así, la consolidación de esta tendencia corporativa permitirá el verdadero crecimiento de las Fintech 2.0. Principalmente, porque la estructura de las grandes financieras impulsadas por estos valores permitirá hacer uso de las nuevas tecnologías para idear productos que atiendan necesidades que los clientes ni siquiera saben que tienen.
El motor del ecosistema Fintech 2.0 será híbrido. Por un lado, tendrá el poder tradicional de la banca: sus datos históricos, su conocimiento del negocio y su identidad de marca. Por el otro, será aceitado por la capacidad de iteración, la motivación auténtica y la audacia de las fintech. Finalmente, el combustible será la información que proporcionen tecnologías como el IoT y la inteligencia artificial. La calidad del combustible deberá, ante todo, ser garantizada por mecanismos de análisis de datos. De ahí, precisamente, la importancia de que ambos actores colaboren para la formación de científicos de datos y programadores de protocolos de confianza, como blockchain.
Tanto la banca como las start-up deben desarrollar mecanismos, talento y herramientas para identificar la información valiosa y tomar decisiones con base en ella. De esta manera, podrán diseñar productos personalizados, manejar riesgos, comprender las necesidades de los clientes y acelerar procesos para reducir costos. El combustible creado colaborativamente permitirá que el automóvil comandado por banco y fintech rebase a sus competidores, acelere en la carretera y llegue a destinos nunca antes imaginados.
Autor: Mauricio Sánchez Lemus.
Correo: msl@cyslaw.mx
Twitter: @94mausl.
LinkedIn: Mauricio Sánchez Lemus.
No Comments